<PILAR GALÁN, SONRÍE DURANTE EL ACTO DE PRESENTACIÓN>
<PILAR GALÁN ENCANDILÓ AL AUDITORIO CON SU BRILLANTE SINOPSIS>
<ASPECTO QUE PRESENTABA LA SALA>
<PALMERAL, SATISFECHO DE LA PRESENTACIÓN DE SU LIBRO, SONRÍE>
<EL AUTOR Y LA PRESENTADORA, DOS EXCELENTES INTELECTUALES Y ESCRITORES>
<EJEMPLARES DEL LIBRO, QUE EL AUTOR FIRMÓ AL FINALIZAR EL ACTO>
En la tarde de hoy martes, veintidós de
diciembre, hemos asistido en nuestro CENTRO DE ARTE, a la presentación de la nueva novela de RAMÓN
FERNÁNDEZ PALMERAL, titulada “EL CAZADOR DEL ARCO IRIS”, que ha comentado por
medio de una extraordinaria y extensa sinopsis, la escripintora PILAR GALÁN.
Abrió el acto de presentación, CARLOS BERMEJO,
secretario de la Asociación y coordinador de talleres, que se limitó por medio
de breves palabras, a dar paso a la
presentadora:
“Queridos amigos y
compañeros
Hoy nuestra Asociación se congratula de
poderos ofrecer en vivo y en directo, el alumbramiento a la luz pública de un
nuevo libro de nuestro querido y admirado compañero, RAMÓN FERNÁNDEZ
PALMERAL, el escripintor e intelectual más activo de todos los que cultivan y
divulga la cultura entre nosotros, del que no voy a argumentar con datos de su
asombroso curriculum cultural y artistico, tal aseveración por mi parte, pues lo
doy por sabido de todos vosotros.
Para presentar el alumbramiento, viene otro
pilar de hecho y de nombre de los
escripintores de nuestra Asociación: nuestra muy querida y no menos admirada, PILAR GALAN, que
ella, como filóloga y profesora de Lengua y Literatura Castellana; escritora y poetisa; voraz lectora y correctora de
textos, es quien mejor podrá desvelarnos y desenredar el misterioso nudo
endogámico de la saga familiar de “los Simontes” en la que ha nacido el autor y
el libro que Pilar nos presenta”.
A continuación tomó la palabra, PILAR GALÁN,
prodigio del buen decir en el habla castellana de su Valladolid natal, y de
mejor sintetizar las cuatrocientas cincuenta páginas de la novela que se
presentaba, por medio de una sinopsis que merecía figurar en la antología de
éste genero habitual de las
contraportadas, que encaró a pelo montada en el lirismo de su prosa poética que
nos encandilo a los que ya la conocemos y que, seguramente, fue un
descubrimiento para quien le era desconocida.
Retrato a Ramón con calificaciones tales
como: “Ramón es la palabra y la imagen
intuitiva y genial, lanzada como un dardo certero al alma de quien se le pone a
tiro. Un artista genuinamente autentico; en
él no hay dobleces, ni en su persona ni en su magnífica obra, por eso
nos llega tan directa al corazón. Ramón en un ser vitalista, un ser puro con sus
luces y sus sombras. Por eso ha sabido crear ese estilo tan personal que le identifica
plenamente y que es tan difícil de lograr para un artistas. En “El cazador del
arco iris” encontramos al Palmeral autentico y genuino, con ese estilo barroco
y ornamental, a la vez tan sencillo y puro. Con el empleo de metáforas
surrealista, deja volar su prodigiosa pluma, que tiene ecos de Garcia Lorca, andaluz
como él. A la vez espontaneo y natural, apegado a los dichos del pueblo y a
veces se muestra tan filósofo y dogmático
como Seneca, con ese cierto estoicismo
de adaptación a la adversidad, y sin perder la calma nunca.”
Luego paso a estudiar la obra, de la que dijo
que utiliza la leyenda del arco iris, por cuyas bases de luz se podía ir y regresar de los cielos. De allí ha
regresado José Ramón Fernández, y es su hijo, Ramón, Ramoberto en la novela, el
depositario y el narrador de su mensaje. José Ramón, despierta en su aldea de
nacimiento Acebumeya, nombre ficticio, pero lugar real que pertenece a Málaga.
Este recurso, ya utilizado por escritores como Juan Benet, es el lugar donde sitúa
a los personajes. Tambien lo vemos en Garcia Márquez, en su novela “Cien años
de soledad”. Y la saga de la familia de “los Simontes” tiene cierto paralelismo
con la de “los Buendía” de Garcia Márquez.
Y este tenor Pilar, ha ido desgranando
episodios de la novela, donde se mezcla episodios fantásticos, divertidos y
pasionales, en un ciclo completo de una cultura y un mundo marcado por las
difíciles condiciones en las que viven los personajes, entre los años de mediados
del siglo XIX hasta el 2013. Todo sucede en un tiempo lejano y mágico, donde
hombres y naturaleza estaba en estado puro.
Finalizó diciendo que “Ramón, ha logrado con
esta novela, crear un estilo propio,
envolvente, audaz, lleno de dinamismo y fuerza, que desde la primera página del
libro nos seduce y a nadie deja indiferente”
Y ya tomó la palabra el autor, para de forma
prolífica y por medio de la proyección de diapositivas, situar paisaje y
paisanaje, etnográfica e historicistamente, en el lugar donde se desarrolla la acción,
utilizando los recursos del buen narrador, que no es uno sino varios que se
solapan en el tiempo y “en un mundo propio donde nada es lo que parece, ni
parece lo que es”, en la que el autor nos demuestra una vez más su imaginación
narrativa para convertir la realidad en ficción, adentrándose en un lugar por
donde vagan sus ancestros y el mismos, pues se trata de una novela coral y autobiográfica,
en la que la endogamia que se da en un pueblo aislado del mundo, donde las
familias viven y procrean entre ellos, “como hacían antaño las familias
reales”, señaló Ramón para justificar el cruce de los Fernández, que ha dado
lugar a unos cuantos cientos de ellos y a los dobles apellido iguales, que
dicho sea de paso, nuestro autor ha trastocado su segundo Fernández, en el
Palmeral que él esta inmortalizado en su condición de escripintor.
Tras la presentación, Palmeral firmo y dedico
númerosos ejemplares del libro, a parte
de los asistentes pues no hubo para todos.
Carlos Bermejo
Coordinador de Talleres de la AAA
Alicante, 22 de
diciembre de 2015